Este lunes, en Project Runway, Mauro Babún estuvo a un pelo de rana calva de salir de la rigurosa competencia que exige este programa, teniendo así la desgracia de convertirse en el primer mexicano del "amplio" grupo de cuatro en ser expulsado; pero en cambio, salió Paula, la colombiana que si bien daba de que hablar, ella era quien finalmente acaparaba la conversación. Entre exclamaciones y lágrimas falsas, fue despedida; tomándose otros minutos extras para decir lo último, y esperemos que sea así, que diría en telvisión de paga.
Después de esa noche, en esta semana se desencadenaron una serie de tan catástroficas desgracias, muy al estilo de Lemony Snickett, que a punto estuve de ponerme a pedir ayuda, y ya saliendo de la fosa en la que fui a caer, recordé a Mauro.
"Pobre hombre" pensé, yo porque de vez en cuando tengo malas rachas y más cuando ando de desorganizada más preocupada por un premio de fotografía y de mi cumpleaños (el cual esta peligrosamente cerca). Pero Mauro, ese hombre es una víctima de nivel tsunami oriental, al pobre ya casi nadie lo quiere en ese taller, si acaso, Jorge, otro paisano que posee un gran talento y un corazón del tamaño de latinoamérica, creo que todavía le tiene cierto estima.
Aunque....pensándolo bien ¿será tan víctima como se muestra o en realidad es sólo show?
Quien sabe; de lo único de lo que estoy completamente segura es del hecho de que yo apoyo a Eduardo de Crisci y de que las rachas, son sólo eso, malos periodos de tiempo que al final terminan, entonces asegurénse a su asiento en el momento del acuatizaje y úsenlo como salvavidas. Sean felices y no dejen de creer ;D
para cantantes solo pocos y para gente como ella, casi nadie.